En los últimos años, nuestra forma de desplazarnos ha cambiado radicalmente al multiplicarse los servicios de transporte compartido y de uso compartido de automóviles.
En este panorama de movilidad tan diferente, los fabricantes de automóviles se han dado cuenta de que ellos también deben adaptar su oferta si no quieren quedarse relegados al papel de fabricantes de hardware. Así es como nació el servicio de uso compartido de automóviles Share Now, una empresa conjunta de Daimler AG y BMW Group que se desarrolló a partir de los antiguos servicios independientes de estas empresas, car2go y DriveNow.
Con sede en Berlín y una oferta de servicios en 16 grandes ciudades de ocho países de Europa, Share Now necesita una sola aplicación para poner a disposición de los conductores una flota de 20.000 vehículos, que pueden alquilarse por minuto, hora o día —con su seguro, combustible y mantenimiento— y después depositarse en un lugar de la ciudad.
A la conquista de todas las ciudades
Lo que empezó como un proyecto interno de la empresa de automoción Daimler se transformó rápidamente en una "startup" que ofrecía un servicio IoT para la flota de vehículos de su matriz. Librarse de la responsabilidad de crear su propia infraestructura informática no eximió a Share Now de otro desafío técnico: la escalabilidad, que ha sido siempre su principal preocupación.
Erik Bak-Mikkelsen, director de operaciones en la nube de Share Now, lo explica de esta forma: "Para entrar en este negocio es fundamental tener capacidad de crecimiento, puesto que tienes que conquistar todas las ciudades antes de que lleguen a ellas tus competidores, que no solo proceden de la industria del automóvil, sino también del transporte público e incluso de empresas informáticas como Google. Todo el sector de la movilidad —que mueve decenas de miles de millones de dólares— está en plena transformación, y todos quieren su parte del negocio".
Una estrategia de nube "agnóstica" que agiliza el suministro de los servicios
Para tener las cartas a su favor, Share Now trasladó enseguida su entorno informático a la nube. Sabía que para implementar el software de una forma rápida y eficaz necesitaría servicios en la nube que, según las necesidades de cada proyecto, ofreciesen una calidad óptima, el mejor precio, la mayor velocidad posible o la máxima capacidad, por lo que adoptó un enfoque "agnóstico" en lo que respecta a la nube.
En la actualidad, esto significa utilizar principalmente Amazon Web Services (AWS) e IBM Cloud para la plataforma en la nube de Share Now, junto con un sistema de gestión de contenedores de Kubernetes que se ocupa de administrar, redimensionar e implementar los aproximadamente 90 microservicios que componen la mayor parte de su entorno. Share Now también utiliza Elastic Kubernetes Services (EKS) de Amazon e IBM Kubernetes Service para la gestión de contenedores, además de Puppet para la administración de configuraciones y Terraform para el suministro.
El objetivo: conseguir una observabilidad integral
En el núcleo de todo esto se encuentra la plataforma de observabilidad de New Relic, con la que Share Now supervisa todo su negocio digital.
En palabras de Stephan Kaufmann, DevOps Chapter Lead de Share Now: "Antes, cuando solo tenías una aplicación monolítica, podías controlarla en Java Virtual Machine o con otro software. Pero en una arquitectura de microservicios necesitas programas que vigilen las interacciones entre todos estos servicios. New Relic proporciona exactamente esa información detallada que nos permite entender el rendimiento de la aplicación de una forma más amplia. Por ejemplo, ¿es la conectividad entre los microservicios A y B lo que causa el problema que ralentiza el tiempo de respuesta o es mi propia base de datos o bien un componente de la infraestructura? Con New Relic, responder estas preguntas es fácil".