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La observabilidad y el monitoreo están muy relacionados. 

  • El monitoreo se centra, principalmente, en métricas y umbrales predefinidos para supervisar la salud y el rendimiento de un sistema. Es reactivo, es decir, detecta problemas cuando ya han ocurrido.
  • La observabilidad va más allá: permite inferir el estado interno de un sistema a partir de sus salidas, como logs, métricas y trazas. Es proactiva, con lo cual puedes identificar y resolver problemas antes de que afecten a los usuarios.

Desde la perspectiva de DevOps y SRE, el monitoreo es reactivo, mientras que la observabilidad es proactiva.

¿Por qué es importante conocer la diferencia? Los sistemas simples y autónomos suelen mantenerse con mayor facilidad mediante monitoreo, alertas automatizadas y el respaldo de ingenieros de TI con experiencia. Sin embargo, en el entorno actual —marcado por infraestructuras complejas, uso de microservicios y ciclos rápidos de desarrollo y despliegue— el monitoreo por sí solo puede no ser suficiente.

Las herramientas de observabilidad pueden analizar rápidamente los datos recopilados en los sistemas de hardware y software de una organización, incluso si están distribuidos en distintas partes del mundo. Estas herramientas ayudan a los equipos a identificar las causas de los problemas y automatizar las respuestas. Como beneficio adicional, las plataformas de observabilidad pueden detectar lo que no sabes que no sabes —los llamados "desconocimientos desconocidos"— mediante algoritmos de machine learning y AIOps.  

En este artículo, analizaremos más a fondo las diferencias y similitudes entre la observabilidad y el monitoreo.

¿Qué es el monitoreo?

El monitoreo te informa cuando algo no está funcionando correctamente. Consiste en observar y reaccionar ante los datos del sistema que señalan la aparición de problemas. Las herramientas de monitoreo supervisan la telemetría de tus sistemas y pueden utilizarse para visualizar información y configurar alertas basadas en métricas, como el rendimiento de la red, el uso de recursos, el almacenamiento disponible y las tasas de error. Los logs pueden aportar contexto adicional para que el personal de TI comprenda mejor los problemas detectados por las herramientas de monitoreo. Sin embargo, sin análisis complementarios, resulta difícil prever futuros incidentes únicamente a partir de los datos monitoreados.

El monitoreo de la experiencia digital (DEM) y el monitoreo de usuarios reales (RUM) recopilan datos desde la óptica del usuario, con el fin de comprender cómo interactúan y se relacionan tus clientes con tus servicios digitales. 

Los datos obtenidos a través de estas técnicas de monitoreo ofrecen a los equipos de DevOps, TI y atención al cliente información valiosa en tiempo real sobre el rendimiento del sistema y los problemas. Sin embargo, no necesariamente explican por qué ocurren esos problemas, cómo se originan ni qué impacto podrían tener. Para alcanzar ese nivel profundo de comprensión, se necesita la observabilidad.

¿Qué es la observabilidad?

La observabilidad lleva el monitoreo a un nivel superior al permitir entender qué y por qué ocurre, y cómo se originan los problemas en todo el stack tecnológico. Analiza y procesa no solo las métricas y eventos monitoreados, sino también los logs, las trazas y otras fuentes de información, mediante métodos de inteligencia artificial (IA), como el machine learning. En conjunto, estos procesos generan información útil para actuar frente a los problemas del sistema. Algunas plataformas de observabilidad incluso predicen posibles problemas y recomiendan —o crean directamente— soluciones automatizadas para resolverlos antes de que afecten a los clientes. 

Observabilidad vs. monitoreo: diferencias clave

La observabilidad puede entenderse como una extensión del monitoreo. Los datos que se obtienen del monitoreo representan solo una parte de los datos que proporciona la observabilidad. Al comparar ambas áreas, las herramientas de observabilidad emplean un mayor número de métodos y técnicas mucho más sofisticadas que las utilizadas en el monitoreo. Estos aspectos clave marcan las principales diferencias en cuanto a uso, alcance y capacidades.

 MonitoreoObservabilidad
EnfoquePasado: qué ocurrió. Reactivo.Predictivo: por qué y cómo ocurrió, con información valiosa sobre posibles problemas futuros. Proactivo.

Resolución de problemas

Limitada. Requiere correlación de datos y análisis por parte del personal.

Amplia. Utiliza AIOps para correlacionar y analizar grandes volúmenes de datos, y generar información útil para la toma de decisiones.

Fuentes de datos

Métricas y logs

Métricas, eventos, logs y trazas (MELT), además de información proveniente de la gestión del rendimiento de aplicaciones (APM), gestión de eventos y seguridad (SEIM), DEM y RUM.

Efectividad

Limitada por la complejidad de los sistemas. Los grandes volúmenes de datos distribuidos dificultan un análisis humano ágil. 

Sin límites, gracias al uso de AIOps y machine learning, que permiten procesar flujos de datos en tiempo real en toda la infraestructura y seguir aprendiendo de ellos.

Cuándo usar monitoreo y cuándo observabilidad

El monitoreo proporciona alertas en tiempo real, logs y visualizaciones que ayudan a los equipos a responder rápidamente a los problemas inmediatamente después de que ocurren. Los dashboards ofrecen información visual clara que permite identificar rápidamente el origen de los problemas. En operaciones y servicios de TI más simples, un sistema de monitoreo con dashboards configurables puede ser una solución eficaz para una organización.

A medida que las empresas adoptan enfoques multinube, híbridos o nativos, e implementan sistemas distribuidos y stacks tecnológicos complejos, la observabilidad se ha vuelto fundamental para garantizar que todo funcione correctamente y sin interrupciones. El riesgo de tener usuarios insatisfechos, un bajo rendimiento de las aplicaciones, tiempos de inactividad prolongados y costos más elevados aumenta en este contexto. Las herramientas de observabilidad, impulsadas por AIOps, analizan métricas, eventos, logs y datos de trazas de toda la infraestructura de una organización para identificar la causa raíz de un problema casi en tiempo real. Con una visión detallada de toda la infraestructura y el recorrido del software, los equipos de DevOps, SRE y SEIM pueden resolver los problemas con rapidez.

Cómo la observabilidad y el monitoreo se complementan

Desde pequeñas empresas hasta grandes corporaciones, todas las organizaciones pueden beneficiarse tanto del monitoreo como de la observabilidad para optimizar el funcionamiento de sus operaciones. 

El monitoreo permite a los equipos responder rápidamente a problemas menores y menos complejos. Por ejemplo, si el uso de un servidor alcanza su punto máximo y amenaza la disponibilidad del servicio al cliente, las alertas pueden activar una respuesta inmediata del equipo de SRE o poner en marcha herramientas automatizadas que desplieguen los recursos necesarios antes de que los usuarios noten el problema. 

En cambio, las infraestructuras distribuidas y la necesidad de lanzar software confiable a gran velocidad requieren una comprensión profunda de tu infraestructura, de tus servicios y de todos sus puntos de contacto. Si un problema se repite con el tiempo, la observabilidad puede ofrecerte los datos necesarios para encontrar la causa raíz y evitar que vuelva a ocurrir.

Por ejemplo, el banco ANZ utiliza observabilidad para supervisar todo el ciclo de vida de su aplicación móvil ANZ, y así asegurarse de que su tecnología funcione con el máximo rendimiento. La empresa William Hill comenzó a usar herramientas de observabilidad para supervisar el rendimiento de sus sistemas, que procesan 5,2 millones de transacciones al día. Gracias a la observabilidad, los ingenieros de William Hill lograron mejorar su tiempo medio de resolución (MTTR) en un 80 % y resolver sus incidentes críticos de prioridad 1 (P1) en menos de 60 minutos.

Conoce más casos  de clientes de New Relic que obtienen beneficios con la observabilidad. 

Observabilidad y monitoreo en DevOps y SRE

Los equipos de DevOps y SRE necesitan información útil para trabajar de forma eficaz y eficiente. El monitoreo y la observabilidad se complementan para ofrecerles esa visibilidad y permitirles anticiparse a los problemas antes de que afecten a los usuarios. 

Los equipos de DevOps pueden utilizar herramientas de observabilidad para entender cómo su código impacta en todos los puntos de contacto a lo largo de todo el ciclo de vida del software. AIOps analiza grandes volúmenes de datos en tiempo real en toda la infraestructura para identificar dónde se producen los cuellos de botella en el software, ofreciendo a los desarrolladores la información necesaria para optimizar sus programas. A medida que las nuevas versiones de código comienzan a generar señales, la observabilidad puede iniciar su análisis y devolver métricas clave sobre el comportamiento del sistema y del software.

Los ingenieros de fiabilidad reciben retroalimentación inmediata gracias al monitoreo en tiempo real y pueden observar el comportamiento del sistema en distintos dashboards. Las alertas les permiten actuar con rapidez, mientras que los análisis de observabilidad interpretan los datos en toda la infraestructura para revelar las causas raíz de los problemas. A partir de esa información, los equipos de SRE pueden reducir el tiempo medio de investigación (MTTI) y el tiempo medio de resolución (MTTR), además de desarrollar herramientas automatizadas para abordar estos problemas en el futuro. 

Además de DevOps y SRE, la observabilidad también puede aportar nueva información valiosa a los equipos de SEIM para proteger mejor los activos digitales de una empresa. DEM y RUM pueden proporcionar información valiosa a los departamentos de marketing digital y ventas, ayudándoles a entender cómo sus acciones llegan a los clientes e impulsan las ventas. La utilización de monitoreo y observabilidad puede beneficiar todas las operaciones del negocio, en cada etapa del proceso.